martes, 24 de febrero de 2015

CAPITULO 46

-¿Todos me estuvieron mintiendo? ¿Zaira, Nacho, vos?
-No los metas a ellos Pau, si me dejaras explicarte
-Y hacelo!! –le dije en un tono fuerte y con un nudo en la garganta- hacelo antes de que me vaya de tu casa.

Sus ojos reflejaban dolor, su pecho subía y bajaba a la misma velocidad que mi corazón latía desbocado. Tenía los puños cerrados y se estaba controlando para no acercarse más a mí.

Se sentó en su cama y puso sus manos en la cabeza, no me miraba al hablar.

-Tenes que entender que si yo no te lo conté antes es porque yo ya no soy la persona que era en el pasado y no querías que pienses mal de mí. Antes de venir acá..yo estaba perdido. Era un chico común o normal, que salía con sus amigos y se divertía, hasta que la diversión se transformó en un problema para mí. Conocí a un grupo nuevo de amigos y empecé a salir con ellos, empecé a ir a fiestas y, dios, las fiesta a las que iba no se comparan en nada con las fiestas a las que solía ir. Estaba descontrolado, mis padres se estaban separando, la chica con la que salía no quería tener nada conmigo, me alejé de mis papás…y empecé a tomar para olvidarme de todo. Y ahora lo entiendo, entiendo que fui un estúpido y últimamente no paro de ver imágenes del pasado, y me siento culpable por no contártelo –alzo la cabeza para mirarme y tenía lágrimas en los ojos-

Tardé unos minutos en hablar, necesitaba asimilar todo lo que me estaba contando.

-¿Por qué no me contaste todo esto antes? Yo te podría haber ayudado

Soltó una carcajada amarga.

-Tenía miedo de que lo último que quisieras fuera ayudarme y te alejaras de mí.
-Pedro pensé que me conocías. Yo jamás hubiese hecho eso. Pero no puedo creer que nos conozcamos hace meses y recién ahora me lo cuentes.
-Los dos tenemos cosas que no nos contamos, Paula, no te sorprendas tanto.

Abrí los ojos sorprendida.

-¿Perdón?
-Vos también tenes cosas que no me contás, y lo entiendo, no sé porque te sorprende tanto que yo no te lo haya contado cuando vos haces lo mismo –me dijo con voz amargada-
-¿No entendés porque no me sorprende? –ya no sabía si reir o llorar- ¿Y qué te estoy ocultando yo? Hacemelo saber así de paso me entero
-¿La relación que tuviste antes de mí, tal vez?

Traté de respirar para calmarme, pero no lo conseguía.

-Yo no te lo oculté, vos sabes lo que pasó, vos sabes que me dolió muchísimo salir de esa relación pero me parece que eso no es lo que te preocupa a vos. ¡Son tus estúpidos celos! ¿Qué es lo que queres saber? ¿Si me acosté con él? ¿Eso es lo que te importa?
-Paula! –me gritó herido ante mis palabras- ¿Cómo…cómo podes decir eso?
-Esto –le dije mostrándole la bolsa- lo voy a tirar a la basura, algo que tendrías que haber hecho vos ¿Por qué lo aceptaste de todas maneras?

No me contestó. Me acerqué a la puerta para irme.

-¿A dónde vas?
-A mi casa ¿pensas que me voy a quedar acá y hacer como si nada?
-No te tenes que ir. Hablemos…podemos—
-No quiero hablar con vos ahora Pedro –lo miré por última vez, los dos estábamos agitados por la discusión y con los ojos rojos- Prometeme…prometeme que no vas a hacer ninguna locura. Prometeme que no lo vas a vovler a hacer.
-Pau…
-Si me amas, prométemelo
-Te lo prometo.



Cuando salí de su casa tire la bolsa en un contenedor de basura y empecé a correr.





Perdon por re mil re colgar, vamos a intentar subir mas seguido. Les dejamos un capitulo larguito y otro corto. Comenten porfa y perdonennos. Besossss

lunes, 23 de febrero de 2015

CAPITULO 45

Cuenta Nacho.

Camine de una punta del pasillo hasta la otra hasta que la vi a Zaira salir de su clase.

Suspire aliviado.

Definitivamente necesitaba hablar con alguien, no podía parar de pensar en la conversación que tuve con Paula y en cómo le mentí. Creo que nunca me lo iba a perdonar.

-¿Nacho? ¿Qué haces esperándome? –me rpeguntó entrelazando su brazo con el mío-
-Zai necesito hablar con vos, urgente
-¿Qué paso? –me preguntó preocupada- ¿Estás bien?
-Si yo estoy bien…va en realidad no, le mentí a Paula
-¿Sobre qué?
-Sobre Pedro.

Me miro extrañada.

-Si te explicas mejor te lo agradezco Nachito

Después de explicarle todo lo que había pasado ella se tapó la boca con la mano.

-¿Le dieron drogas a mi hermano? –murmuró sin poder creerlo- ¿Y él las agarro? Juro que voy a matarlo, juro que…
-No Zaira! Espera, dijiste que no ibas a decir nada
-Nacho entendeme, es mi hermano y este no es un problema menor…
-Te entiendo, lo hago pero necesito ocuparme de esto primero antes de que vos le digas algo y necesito tu consejo.
-Está bien. Tenes que hablar con Pedro y decirle lo que viste
-¿Cuándo? Hoy Paula va a estar todo el día con él y seguramente hasta mañana
-No importa! Vas a mi casa y le decís que le tenes que hablar de algo de futbol y ahí le comentas esto.

Suspiré.

-Está bien, eso voy a hacer.



Cuenta Paula.

-Eso no es verdad –le dije riendo- a mí me gustan las películas románticas como The Notebook

Estaba sentada a horcajadas de Pedro en su cama y él me estaba tratando de hacer una trenza en el pelo.

-Si claro…yo sé que sos medio pervertida
-Lo que pasa es que te encantaría que viera una película porno con vos

Su risa me hizo cosquillas en la nuca

-No me molestaría, la verdad…
-Pedro!
-¿No lo harías por mí?
Me di vuelta para mirarlo.
-¿Qué? –me preguntó- yo te estoy haciendo una trenza en el pelo, o intentando, porque de verdad es difícil…y ya me estoy sintiendo un poco afeminado.
-Está bien…lo haría por vos –le dije sonriendo-

Me dio un beso en la nuca y paso su mano por mi cadenita acariciándome el cuello.

-¿Terminaste la trenza? –le pregunté-
-Ya…casi…listo.

Me paré para verme en el espejo y no pude evitar lanzar una carcajada. Era un asco.

-¿Te la vas a desarmar? –me pregunto desilucionado-
Mordí mi labio –No –le sonreí y volví a sentarme encima de él-

Pedro pasó una de sus manos por mi cintura y la otra la puso en mi rostro.

-Pau sé que últimamente estuve raro, y sé que lo notaste. Yo tuve problemas familiares y—
-No me tenes que explicar nada Pepe –le di un beso en la mejilla- Nacho ya me explico…
-¿Nacho? ¿Qué…qué te dijo? –me pregunto frunciendo el ceño-
-Que estas estresado por todo el tema de tu familia y de verdad que lo entiendo
Iba a hablar cuando el timbre sonó.
-Voy a ver quién es y vuelvo ¿sí?

Me dio un beso en la frente y salió del cuarto.

Aproveche para buscar una gomita o algo para atar la trenza y que no se desarme, pero no encontré nada. Me iba a dar por vencida cuando abrí uno de sus últimos cajones y vi en el fondo de este una bolsita.
Retrocedí al darme cuenta de lo que era y me tuve que sentar para no caerme, no podía pensar muy bien con claridad porque estaba confundida.
Lagrimas empezaron a caer por mis mejillas antes de darme cuenta y justo Pedro entra de nuevo a la habitación y ve lo que tengo en las manos. Se quedó seco.

-Pau ¿Qué…—
-¿Qué es esto? –lo interrumpí y le señale la bolsa secando una de mis lágrimas-
-Pau yo te lo puedo explicar –y dio un paso hacia mí y yo me aleje un poco-
-Hacelo entonces –le dije con frialdad-
-Eso me lo dieron unos amigos…pensaron que me iba a poder ayudar con…-su voz sonaba nerviosa y sus músculos se habían tensado- no es lo que vos crees.
-¿Ayudar con qué? ¿Por qué me estás ocultando cosas? ¡Soy tu novia Pedro! Se supone que tendrías que confiar en mí.
-No es tan fácil
-Yo sé que es difícil toda la situación con tus papás –de repente me callé y cerré los ojos- Todo lo de tus papás, todo el estrés del colegio…¿todo eso era mentira? –pregunté dolida-
-Pau…
-¡¿Era mentira?! –grité, aunque no quería hacerlo. Pero de verdad me dolía y superaba-
-Sí, lo era. Pero si solo me dejas que te explique… -se acercó más a mí y yo me alejé en seguida si pensarlo-

Mi cabeza empezó a dar vueltas y me sentía mareada. Pedro nunca me había mentido antes y jamás creí que podía estar consumiendo drogas.

Quería abrazarlo y dejar que me explicara todo, pero a la vez quería salir de su casa y no escuchar su voz por un rato para poder pensar tranquila.


Empecé a pensar en sus actitudes raras, en cómo se alejaba cuando le preguntaba que le pasaba, la forma en que actúo en la última fiesta a la que habíamos ido y el enojo de Zaira. La manera en que Nacho quería evitar el tema de Pedro y como actuaba él con sus nuevos amigos. La realidad me golpeó y me sentí una estúpida.

miércoles, 4 de febrero de 2015

CAPITULO 44

A medida que pasaban los días notaba a Pedro más intranquilo y más distanciado de mí.

Zaira me conto que sus papas no estaban pasando por un buen momento y se peleaban seguido pero siempre que pasaba algo así Pedro me lo contaba y no me tragaba esa historia…sabía que tenía que ser algo más.


-Necesito que me hagas un favor –le dije sonriendo a Nacho-
-Pauli ya sé que te morís por mí, pero tenes novio…

Le pegue.

-No es un favor sexual nene! Y se trata de Pedro.
-¿Queres que le haga un favor sexual a Pedro? –me pregunto con cara de asco- perdóname pero no es mi tipo…
-Basta, tengo que hablarte de algo serio. Necesito que hables con Pedro
-¿Sobre qué?
-Sobre qué le pasa últimamente
-¿Y qué le pasa?
-No sé! No me lo dijo
-¿Y qué te hace pensar que me lo va a contar a mí?
-Tal vez vos lo podes ayudar…sos hombre…no lo sé! Mira, él necesita alguien para hablar y no sé porque no quiere hablarlo conmigo, pero tal vez si vos le preguntas te dice algo, por favor…hacelo por mí.
-Está bien Pau, pero sino funciona o termino con un ojo rojo vas a tener que hacerme esos favores sexuales…
-Hecho –le sonreí-



Cuenta Nacho.

Estaba caminando hacia los vestuarios pensando qué le podría decir a Pedro. ¿Cómo tenía que empezar? “Che Pedro ¿Qué te anda pasando hermano, te agarro el bajón?” Mmmm na “Pedro tengo secuestrada a Paula decime que te pasa o le vuelo la cabeza” no, mucha televisión…

Unos murmullos me desconcentraron. Venían de uno de los pasillos del vestuario y reconocí la voz de uno de los chicos nuevos hablando con Pedro. Me acerqué sin que me vieran para escuchar un poco mejor.

-…y ya no puedo con esto ¿entendes? –le decía Pedro- no puedo dejar de pensar en eso, no puedo sacármelo de la cabeza y me está matando…y no puedo contarlo…si le dijera…
-Amigo, te entiendo, hay muchas cosas que no quiero recordar pero ¿pero sabes lo que me ayuda? –dijo el otro y se calló-

Al principio pensé que me habían visto pero después entendí que el chico le estaba mostrando algo a Pedro.

-No –dijo Pedro poniéndose más nervioso- yo no puedo…menos después de lo que paso…no puedo.

Me acerqué en silencio para ver qué era lo que le estaba mostrando y pude ver un paquete de pastillas en la mando de Pedro. Me volví a esconder enseguida sin poder creer lo que estaba viendo y escuchando.

-Tenelo, tomalo como un regalo, no importa que no las consumas vos fíjate que haces después con ellas –le palmeó el hombro y cuando se estaba por ir le dijo- y suerte con esa chica ¿no queres que te la roben no?

Dios mío, ¿Qué iba a hacer ahora?

Salí del vestuario casi corriendo y me senté en el piso a pensar, miles de preguntas se me hacían en la cabeza.

¿Pedro consumía drogas? ¿Las sigue consumiendo? ¿Qué le paso en el pasado? Y lo más importante ¿Qué le iba a decir a Paula?

No le podía decir a Paula lo que acaba de pasar y tampoco le podía mentir. Tenía que hablar con Pedro antes que con ella.

-Nacho! –me gritó Paula y por poco no doy un salto del susto-
-¿Qué…Qué pasó?
-Te llamé mil veces ¿Pasó algo?
-No…si…¿Qué iba a pasar? Está todo bien, no pasa nada…si, no pasa nada
-Entiendo –dijo Paula aguantándose la risa, después se puso seria- ¿Pudiste hablar con él?
-¿Con quién?
-Con Pedro!!
-Ah, este…
-Sí! Hablaste, se te nota en la cara, ahora contame ¿Qué te dijo? ¿Le pasa algo conmigo? –me preguntó con cara de preocupación-
-No! No tiene nada que ver con vos…
-¿Qué es entonces?

La miré y se la notaba inquieta, sus ojos mostraban que la estaba pasando mal.

Iba a hablar cuando alguien nos interrumpió

-¿Pau? ¿Nacho? ¿Qué hacen acá? –preguntó Pedro acercándose a nosotros-

Suspiré aliviado. Iba a tener más tiempo de pensar que iba a hacer con él y qué le iba a decir a Paula.



Cuenta Paula.

Me sobresalté al escuchar la voz de Pedro atrás mío.

-Nada estábamos hablando –le respondí sonriendo-
-¿Sobre qué? –me preguntó él devolviéndome a sonrisa-

Miré a Nacho y él me miró a mí.

-Sobre…películas –le dije-
-¿Ah…sí?
-Sí –respondió Nacho- películas…porno.
¿Qué? –dijimos Pedro y yo al mismo tiempo-
-Sí Paula no te hagas, estábamos hablando de la película que me recomendaste el otro día.

Aveces Ignacio podía ser peor que Zaira.

-Yo no…
-No sabía que te gustaban ese tipo de películas –dijo Pedro divertido-
-Lo miré mal.
-¿Cuál me habías dicho que era tu parte favorita? –pregunto Nacho- ¿Era cuando la chica—
-Ignacio!! –le pegué en el hombro y después mire a Pedro- no estábamos hablando de películas porno.
-Bueno chicos me encantaría quedarme hablando con ustedes pero tengo que irme a entrenar…y vos Nacho tendrías que venir conmigo –nos dijo Pepe-
-Espero que no sea sobre algo sexual –respondió Pedro mirándome- Hoy venís a casa ¿no?
-¿Esperas que valla alguien más?
-Solo la persona que me vuelve loco.
-Ay Pedro me haces poner colorado –le susurró Ignacio- ¿A qué hora me esperas en tu casa?

Él lanzo una carcajada y me dio un beso antes de dar media vuelta e irse.


Después de asegurarme que Pepe estaba lejos empujé a Ignacio contra la pared.

-¿Películas porno? ¿Enserio?
-Era obvio que teníamos cara de culpables…como si estuviéramos hablando de algo que no debíamos y se me ocurrió eso, ¿no fue genial?

Suspiré.

-No ¿ahora me vas a decir de que hablaron?
-Pau tenes que entender que él está muy estresado.
-¿Te pensas que no lo sé? Hace semanas está así y no sé qué hacer. ¿Tiene algo que ver conmigo? Por ahí quiere un tiempo, no sé…

Esa pregunta me comía la cabeza todo el tiempo y ya no sabía cómo hacer para no pensar en eso.

-No! No es eso.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Porque veo la mirada que tiene cuando te mira y es exactamente como la primera vez.
-¿Entonces qué es?
-Él está estresado por todo el problema familiar que tiene en su casa, sumando el colegio y que no duerme muy bien últimamente –me explico Nacho mirando el piso- es eso…

Me froté los ojos.

-¿Y sabes de alguna forma en que pueda ayudarlo? ¿Y si hablo con él?
-No! Quiero decir…noté que le molesto mucho que le preguntara y—

-Está bien, voy a dejar de ser tan paranoica –le dije y lo abracé- muchas gracias Nacho, enserio significa mucho para mí.





Holaaa, acá les dejamos un capítulo un poquito larguito. Esperamos que les guste y comenten porfi. Besoooo