Mi celular sonó despertándome. Era un mensaje
de Facundo.
“Despertate
cenicienta”
Rodee los ojos y le contesté:
“Cenicienta
es la del zapato, estúpido. La bella durmiente es la que duerme. Un poco de
cultura de Disney, por favor”
A los pocos minutos respondió:
“Ya
lo sabía pero para mi vos sos como todas las princesas de Disney –puse
los ojos en blanco tratando de reprimir la sonrisa- y no pongas esa cara. Si, sabía que la ibas a hacer. Te conozco, y como
te conozco sé que seguís en la cama tapada, levántate antes de que vaya yo
mismo a buscarte”
Le saqué la lengua al celular y me volví a
tapar hasta la cabeza antes de obligarme a salir de la cama y cambiarme para
encontrarme con Facundo.
Me paré enfrente de Troy’s mirando su
interior y recordando los momentos que pasé en ese lugar: la primera vez que
Facundo y yo habíamos entrado ahí riendo porque afuera se había largado a
llover y no teníamos otro lugar a donde ir, las veces que nos quedábamos
estudiando a la tarde mientras tomábamos licuados, el día que un chico de la
mesa de al lado nuestro le dijo a Facundo que era un chico hermoso y él sonrió
y le dijo que tenía un amigo gay que seguro se interesaría en él dándole el
número de Nacho, después de eso Nacho no nos habló por una semana. Sonreí ante
todos estos recuerdos y se me formó un nudo en la garganta.
-¿Recordando? –susurró una voz en mi oído-
Cerré los ojos cuando la mano de Facundo pasó
por mi cuello haciéndome voltear.
-A veces me gustaría olvidar –susurré-
-No vas a poder hacerlo
-¿Por qué no?
-Porque ya trate de hacerlo. Ya trate de
olvidar todo lo que tiene que ver con nosotros pero los recuerdos vienen a mi
cabeza, no importa lo mucho que te esfuerces, no podes olvidar algo que forma
parte de vos.
Pensé por unos segundos lo que acababa de
decir.
“Pero vos no formas más parte de mí” quise
decir, pero no sabía hasta qué punto era verdad.
-Vamos –dijo tomando mi mano y llevándome
hacia adentro de Troy’s.
-Maldito –susurré cuando se sentó en
“nuestra” mesa, en la que solíamos sentarnos siempre, pero no me escucho-
Me sentí aliviada cuando mire alrededor y me
asegure de que no habia nadie que nos conociera.
Pero luego Gisela, a mesera con la que hablábamos
siempre se acercó sin poder creerlo.
-¿Facundo? ¿Paula? –pegó un grito de
felicidad y a pesar de todo sonreí, extrañaba a esa peliroja mujer que me hacía
reír- No lo puedo creer! ¿Nos traicionaron y se fueron a otro lugar mejor que
Troy’s? Ramiro decía que se habían separado y que no iban a volver más pero yo
sabía que ustedes eran demasiado perfectos para separarse y ¡mis clientes
favoritos volvieron!
Facundo largó una carcajada.
-Bueno por mucho que me caiga mal Ramiro –me
miró y sonreí por dentro. Ramiro era otro mesero que conocíamos pero que a
Facundo siempre le había caído mal porque me miraba más de lo que debía y a
veces me decía algún piropo- lamentablemente tengo que decir que tiene razón.
La sonrisa de Gisela desapareció.
-Ustedes… ¿se separaron?
-No te preocupes –dijo él guiñándole un ojo-
voy a recuperarle.
Puse los ojos en blanco.
-Eso no va a pasar.
Gisela le pegó a Facundo en el brazo con el
trapo que llevaba en la mano.
-Más te vale, esta chica vale la pena –dijo
mirándome y le sonreí agradeciéndole- ¿Les traigo lo mismo de siempre?
Los dos asentimos y ella se retiró sin antes
decir “Algunas cosas nunca cambian”.
-Bueno –dijo Facundo y lo miré- ¿Cómo te fue
ayer con tu novio? –haciendo una mueca cuando pronunciaba la última palabra-
Alcé una ceja.
-Eso no es de tu incumbencia.
-Hey te salvé la vida ayer, así que me parece
que me debes una.
Suspiré.
-Él y yo… ya no estamos juntos.
-¿Qué? –pregunto pestañando sorprendido
tratando de ocultar su sonrisa- ¿Por qué?
-Él me mintió. –No le iba a dar más
explicaciones que esa-
-Él es un estúpido por dejarte ir –murmuró-
Fue mi turno de sorprenderme.
-Bueno no fue el único –respondí con
frialdad-
-Nunca quise dejarte ir –dijo mirándome
fijamente-
-¿Entonces porque lo hiciste? –pregunté sin
más haciendo que mi corazón latiera con fuerzas-
Él cerró los ojos con fuerza.
-¿Recordas la última vez que estuvimos
juntos?
La recordaba muy bien.
-flashback-
Me
reí y le tire del pelo para que se aleje de mis labios aunque era lo último que
quería que haga. Él hecho su cabeza hacia atrás y me miró sonriendo.
-Eso
me dolió –dijo- dame otro beso para recompensar.
-Se
está haciendo tarde y mi mamá me va a matar
-No
quiero que nos separemos y empezar a extrañarte. Dale ¿no queres venir a mi
casa?
Mi papá está de viaje y mi mamá trabajando, dale un rato solamente.
Sus palabras
estaban haciendo más difícil mi intento de irme.
-Sabes
que siempre que decimos “un rato solamente” termina siendo mucho más y se hace
tarde. Anoche cuando mi mamá me escucho hablando a las 4 de la mañana por teléfono
con vos dijo que si volvía a escucharme o encontrarme a esa hora hablando y no
durmiendo iba a castigarme y sabes que Alejandra cumple con su palabra.
Los
dos reímos pero luego él se puso serio.
-Nunca
nada va a separarme de vos –dijo-
Me
apretó contra el abrazándome y acariciándome el pelo. No sabía que era pero en
sus brazos me sentía protegida.
-Ya
lo sé, pero no quiero que nos empiecen a poner condiciones, tengo que ir a casa.
Él asintió
con la cabeza, entrelazo su mano con la mía y empezamos a caminar.
-finflashback-
-“Nunca nada va a separar de vos” me dijiste –le
dije bajando la mirada- mentiste.
-En ese momento pensé que nada iba a
separarme de vos –me contestó con voz dolida-
-¿Y qué es lo que hizo que cambie eso de un
día para el otro? –le pregunté con resentimiento-
Se quedó callado por unos segundos que
parecían eternos. Creí que no iba a responder cuando de repente lo hizo.
-La infidelidad.
-¿Me fuiste infiel? –le pregunte boquiabierta
y con los ojos como plato-
*Cuenta Facundo.
-¿Qué? ¿Estás loca? –le pegunté con voz
herida-
No podía creer que se le cruzara por la
cabeza que alguna vez la pude llegar a engañar.
-Pero… ¿entonces de quién?
-flashback-
La
miré a los ojos y no pude evitar sonreír. Nos despedimos con un lindo beso y me
fui caminando hasta mi casa. La sonrisa no se me borraba de la cara porque ella
hacía que este así embobado.
Cuando
llegue a casa, entre a mi habitación y estaba por avisarle a Pau que ya había
llegado cuando escuche ruidos y me detuve.
-¿Mamá?
–dije en voz alta- ¿ya llegaste?
Pero
nadie me contestó. Me levante de la cama y me di cuenta que los ruidos venían de
su cuarto…pero no eran solo ruidos, también voces y gemidos. Fruncí el ceño y
camine hasta la habitación de mis papás. Cuando abrí la puerta mi respiración se
detuvo y cerré mis puños instantáneamente. No podía moverme ni hablar. La imagen
que tenía enfrente mío era lo peor que me podría haber pasado.
Mi mamá
estaba en la cama con mi tío, el hermano de mi papá, los dos estaban desnudos y
se tapaban con una sábana. La cara de mi mamá se volvió pálida y los dos
estaban completamente inmóviles.
Lo último
que supe es que estaba encima de mi tío golpeándole la cara e insultándolo.
-finflashback-
Cuando termine de contárselo a Paula enterré mi
cabeza en mis manos. Cada vez que recordaba lo sucedido me agarraba mucha
impotencia.
La mano de Paula agarró una de las mías y me
hizo mirarla. Al instante me arrepentí, tenía lágrimas en los ojos y cuando
habló su voz se quebró.
-¿Por qué nunca me lo contaste?
-No pude. Después de eso me volví loco y
necesite varias horas para recuperarme, mi cabeza daba vueltas. Lo primero que
hice fue irme de mi casa y llamar a mi papá. Mi mamá me pidió que no lo haga,
que ella se lo iba a decir, pero no podía ocultárselo…no podía. Y después pensé
en vos, y perdoname pero en ese momento lo único que pensaba después de ver a
mi mamá acostada con el hermano de mi papá después de tantos años de casados
era que el amor era una mierda y siempre terminaba mal sin importar qué. Fue impulsivo,
idiota, estúpido –Paula me apretó la mano- lo que hice…pero estaba tan enojado
con el mundo, tenía tanto enojo en mi interior que lo único que pude hacer fue
llamarte y… sin querer ni pensarlo se me vino a la mente tu frase “vos sos el
que tiene que hacer las cosas difíciles”. Y en ese momento supe que iba a hacer
la cosa más difícil que alguna vez hice en mi vida…y te dejé.
-Perdón…lo siento tanto –me dijo Pau
parándose y abrazándome-
Puse una mano detrás de su cabeza para
abrazarla más fuerte, cerrar los ojos y poder disfrutar de él momento.
Abrí los ojos y la vi a Gisela con los
pulgares levantados, le sonreí y en ese momento sentí algo que no había sentido
desde hace mucho tiempo aunque no supe decir que era.
Paula se alejó un poco para mirarme.
-Disfruta de esto porque no sé si va a volver
a pasar –me susurró acercándose a mí y poniendo sus labios sobre los míos-
Mi corazón empezó a latir con fuerzas y le
devolví el beso con ganas.
-----------------------------------------------------------------------------
Holaa! acá dejandoles un capítulo larguito. Porfa comenten y gracias por leer. Que tengan buenas noches :)