Empezó
tocando la guitarra. Siempre que venía a la casa de Pau lo escuchaba y me
encantaba, pero escucharlo así tan cerca me hacía admirarlo. Después empezó a
cantar, su voz era suave y…
Me
empezaron a caer lágrimas Su canción se trataba de sus padres, de cómo cambió
su vida desde que los perdió, decía que si pudiera haber elegido los hubiera
salvado y él habría muerto por ellos. “Y
sé que me salvaron, sé que me están cuidando, papá…mamá sé que nunca me dejaron
de amar” .
-Zai,
¿estás bien? ¿No… no te gusta?
Lo
abracé sin poder contenerme. No, no estaba bien, me dolía pensar en todo lo que
él tuvo que sufrir, nunca pensé que se había sentido culpable por haberse
salvado y sus padres no, era algo que no aguantaba. No quería que el sufriera,
no lo podía soportar.
-Me
encanta, Gon… sos demasiado fuerte ¿lo sabes, no? Tus papás estarían orgullosos
de vos, lo están. Y te aman y te están cuidando, jamás lo dejaran de hacer.
-Lo
sé- me acarició la mejilla, tenía los ojos llorosos y la sonrisa triste- sólo
que a veces cuando me despierto espero que mi mamá venga con el desayuno o que
me rete por dejar todo desordenado y mi guitarra en el piso… y a la noche
extraño que mi papá me pregunte como estuvo mi día, que peleara conmigo por nuestros
diferentes equipos de fútbol. Pero después caigo en la realidad y me doy cuenta
de que eso no va a volver a pasar nunca más y es algo que me mata por dentro.
-Está
bien que extrañes todo eso- le acaricié el pelo- y no tenes que olvidarte de
esos recuerdos que tenes con ellos, tenes que acordarte de ellos y sonreírles. Algún
día se van a volver a encontrar y estar juntos los tres.
-¿En
serio lo crees?- me sonrió- muchas personas piensan que ya supere todo… el
accidente, a mis padres… y la verdad es que sigo soñando con eso, todas las
noches. Me vuelven las imágenes, los gritos, el choque, el olor a sangre… todo
como si lo estuviera viviendo de nuevo ¿y sabes lo que es peor? Es que no les
pude decir adiós, despedirlos.
-No
se lo pudiste decir físicamente, pero se lo podes decir ahora y ¿sabes qué? Creo
que indirectamente lo hiciste, con esta canción… y también creo que no es un
adiós, sino un “hasta luego”.
-Gracias
Zai, yo…-me abrazó y me besó la frente- nosé porque pero sé que puedo confiar
en vos haberte hablado de esto y haberte
cantado esta canción me hizo muy bien.
-Seguila
cantando- le sonreí y me recosté sobre su hombro-
Me
siguió cantando hasta que me dormí, lo último que escuche fue un “Y todo el sufrimiento que sentí, hoy lo
convierto en amor”.
*Paula*
-No
vale!- le dije tirando las cartas sobre la mesa- hiciste trampa!
-Yo
no hice trampa- dijo Pedro lanzando una carcajada-
-Si
lo hiciste! Miraste mis cartas, no juego más.
-Qué
mala perdedora sos pochita eh.
-No
soy mala perdedora! Vos sos un mal jugador Pe dri to.
-¿Ah
sí? ¿Entonces porque te estoy ganando hace media hora?
-Yo
venía ganando y empezaste a hacer trampa.
-¡¿Pueden
dejar de jugar a las cartas por favor y vamos a hacer algo divertido!?- dijo
Zaira quejándose desde el sillón-
Sonó
el timbre y Zaira fue a abrir.
-Al fín Nacho! ¿Por qué tardaste tanto? Me estoy muriendo de aburrimiento con estos dos.
-Perdón-
se puso atrás de Pedro y miró sus cartas- ¿juegan al truco?
-Ganándole
en el truco querrás decir- dijo sonriendo-
-Mira,
hagamos esto: si te gano haces la prenda que yo elija y si no, que obvio no va
a pasar, al revés.
-¿Qué
tenemos 9 años?
-¿Tenes
miedo?-dije sonriendo-
-Me
va a dar miedo tu cara cuando pierdas y tengas que hacer lo que yo diga.
-Vamos
a ver- mire a Nacho y éste me guiñó el ojo-
¿A Pedrito le gustaba jugar sucio? Íbamos a
jugar sucio.
Amaba
a mi mejor amigo.
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