martes, 14 de octubre de 2014

CAPITULO 8



*Cuenta Zaira*
No podía parar de llorar, lo único que quería era que todo desapareciera. Los gritos, mis llantos, yo misma.
Mis padres habían estado peleándose y gritando por una hora y yo no lo aguantaba más. Necesitaba salir de mi casa.
Agarré mis llaves y me fui, creo que ellos no se dieron ni cuenta.
Fui directo para la casa de Pau. Cuando llegué a la puerta la llame al celular pero no contestaba ¿y si no estaba en su casa? Me senté es los escalones de la entrada, mis lágrimas no cesaban y no sabía qué hacer. Intenté llamarla de nuevo… nada.
Estaba por levantarme cuando escuché que la puerta se abría.
-¿Zaira? ¿Estás bien?- dijo Gonzalo con cara de preocupado-
Oh no, lo último que quería era que me vea en este estado llorando- Sí, sí- sequé mis lágrimas sin mirarlo- pensé que Pau estaba, pero no, así que… así que no importa vuelvo más tarde.
Me di vuelta pero él me alcanzó.
-No, vos no estás bien- me agarró de la cara e hizo que lo mire- ¿Qué te pasa?
-Nada, yo… solo no- mi voz era casi un susurro- no aguanto más, ya no aguanto más.
No aguante más y lo abracé, necesitaba hacerlo. Necesitaba que alguien me dijera que todo iba a estar bien, que ya iba a pasar.
Él al principio se puso rígido pero después me devolvió el abrazo y me acarició el pelo.
-Quedate tranquila- me dijo al oído- todo va a estar bien. No llores.
Nos quedamos un rato así y después se separó de mí y me dijo que entrara a su casa para tomar algo.
-Gracias Gonza pero no quiero molestarte, en serio.
-Si me molestaras no te invitaría Zai, quiero estar seguro de que estés bien. Dale pasa.

Entramos a su casa y me senté en el sillón.
-Tenes que comer algo. No creas que soy buen cocinero, pero unas tostadas te puedo hacer- me entregó un vaso son jugo de naranja-
-Gracias, no hace falta- lo miré- ¿no sabes cocinar?
-Nunca nadie me enseñó.
-Yo te enseño… va si vos querés.
-Creo que soy un caso perdido- dijo sonriéndome- pero si queres hacer la prueba… Paula compró para hacer una torta de chocolate y nunca la hizo. ¿Queres hacerla?
-Sí! Pero primero paso al baño así me lavo la cara y las manos.
Definitivamente esto no me lo esperaba, hace cinco minutos atrás estaba llorando desconsoladamente y ahora iba a enseñarle a hacer una torta de chocolate a mi amor platónico.
Me lavé la cara, hice un baile de cinco segundos y salí.
-¿Estás bien?- asentí con la cabeza- ¿Lista para enseñarme a cocinar, chef?
-Lista- le sonreí-
Pasamos toda la hora amasando y horneando. No mentía cuando dijo que era malo en la cocina, tuve que explicarle mil veces los ingredientes de la torta y como mezclar todo. Le manche con chocolate el brazo en broma y él se vengó manchándome la cara. Cuando nos dimos cuenta estábamos haciendo guerra de chocolate. Estábamos riéndonos y no nos dimos cuenta de que Pau y Ale, su mamá, habían llegado.
-¿Zai?- dijo Paula abriendo los ojos como plato- ¿Qué haces acá?
-Hola Pau… es una larga historia.
-Hola Zai!- dijo Alejandra y vino a abrazarme- no me digas que hiciste cocinar  este chico! Él no pone las manos en la cocina ni aunque le paguen…
-Mamá!- dijo Gonzalo quejándose-
Eso era algo que siempre me iba a dar ternura, el hecho de que ella no fuera su madre biológica y de todas formas la llamaba así.
-Bueno Zai, te espero arriba- mi amiga señalo las escaleras como si no supiera donde estaba su habitación, creo que todavía seguía sorprendida-
-Gracias Gonza- le dije agarrándole la mano- me hiciste despejarme y olvidar me todo… de todos los problemas. Gracias- lo abracé- ah y ahora vamos a probar la torta ¿no?
-Obvio- dijo sonriendo- a ver si me enseñaste bien a hacerla… si sale fea y terminamos todos intoxicados es tu culpa.

-En serio! Cuando entré y los vi riendo y cocinando no lo podía creer, mi hermano riendo con otro ser humano que no sea yo o nuestros amigos varones… creo que te ama.
-Ah ¿ahora me ama? Como era eso que decías que no tengo un diálogo con él de más de dos o tres palabras… mira ahora ¡¡HICE UNA TORTA CON ÉL PAULA!!
-Bueno está bien, puede que vallamos a ser cuñadas después de todo.
-¿Lo decís por tu hermano o por el mío?
-Zaira!- me tiro una almohada- ya hablamos de ese tema.
-Sí, sí, claro… ¿al final vas a ir a la feria de mañana?
-Nacho me convenció así que sí… para, ¿Por qué pones esa cara?
-¿Qué cara? Yo no puse ninguna cara-
-Te conozco Zaira! Hay algo que no me estas contando…
-Nada… supongo que Nacho ya te lo dijo, no importa.
-Nacho nunca me dice las cosas que no me van a gustar y lo sabes! ¿Qué es?
-Es que… me enteré que también va a ir Nicolas-
-¿Qué? Uh no.
-Pero capaz ni lo cruzas, va a haber mucha gente.
-Eso espero… eso espero.



 Holaa! Bueno acá les dejamos el capítulo ocho, este si es larguito jajaja. Gracias por leer! <3

No hay comentarios:

Publicar un comentario