sábado, 13 de diciembre de 2014

CAPITULO 30

Cuenta Zaira.
Estaba sentada en la cama esperando a que Paula contestara el teléfono cuando fue otra voz la que lo hizo.
-¿Hola? –Contesto Gonzalo-
Colga Zaira colga…pero no lo hice.
-¿Gonzalo? –mi corazón empezó a latir más rápido- -Zaira –su voz se volvió un poco más cortada- Paula no está en casa. -Ah…bueno…no importa –no sabía que decir- -Cuando vuelva le digo que llamaste –dijo terminando la conversación- -No cuelgues -¿Hay algo más que necesites? A ti. -¿No tendríamos que hablar? –Pregunté sintiéndome una estúpida- -¿De qué queres hablar? -El otro día cuando te vi…parecías algo molesto conmigo -No estaba enojado, solo sorprendido -¿De qué? No respondió. Suspiré. -¿De qué? –repetí- Nada. -Mira, yo sé que sabes que siempre que quise desde que te conocí, no sé porque…solo sé que me llamaste la atención, cuando Pau nos presentó fue como si te hubiera visto en otra parte…pero vos siempre marcaste distancias entre nosotros y no se darme cuenta que seguía sintiendo lo mismo que sentí cuando te vi por primera vez. -No me sorprendió verte con Nacho. Siempre están juntos, lo que me sorprendió fue lo que sentí al verte con él de la mano y riéndote. Me sorprendió sentir celos y querer ser yo la persona que este sentado al lado tuyo. Me sorprendió darme cuenta que seguía sintiendo lo mismo que sentí cuando te vi por primera vez. Me quede sin habla. ¿Cuándo me vio por primera vez? ¿Sintió algo por mí? Mis manos empezaron a sudar y lo único que sentía era mi corazón latiendo. No sabía que hacer, no sabía que decir, siempre pensé que Gonzalo no sentía nada por mí. -No quería decirte todo esto por teléfono…ni siquiera quería decírtelo porque sé que ahora estás feliz con Nacho...pero si algún día queres hablar de todo esto…- -Quiero hacerlo –logré decir- y en persona, cuando vos quieras. -Está bien… ¿Queres venir a casa hoy? Paula salió con tu hermano creo, y no van a volver hasta tarde. -¡¿Salió con mi hermano y no me dijo nada?! Y yo que estaba preocupada por como estaba, la voy a matar! Escuché su risa del otro lado del teléfono y sonreí. -Él la vino a buscar hace un rato y me dijo que tal vez iban a tu casa, supongo que por eso no te dijo nada. Y ella ahora está bien, gracias por ayudarla Zai. -Escuchar su “Zai” me hizo sonreír de nuevo, me dice Zai desde que me conoce. -Sabes que la amo. -Ella también. -Lo sé. Bueno voy a cambiarme y voy para allá ¿dale? -¿Estás desnuda? –me preguntó divertido- -¿Qué? No! Ya quisieras. Estoy en pijama! -Oh –dijo decepcionado- Me reí. -Chau tonto. -Nos vemos Zai.
Cuenta Paula.
-Eso no es verdad! –lo empujé riendo- -Sabes que es verdad –me sonrió- la querías dejar pelada, hasta creo que le sacaste un mechón de pelos y te lo guardaste. -¿Estás loco? Jamás haría algo así! -Me golpeaste con un corpiño, para mí podes hacer cualquier cosa. -¿Nunca te vas a olvidar de eso? -Fue como nos conocimos. Jamás lo voy a olvidar –murmuró- -¿Sabes que te sigo odiando como la primera vez que te conocí, no? -¿Sabes que me seguís pareciendo tan linda como la primera vez que te vi, no? -Mentiroso! No te parecí linda, pensaste que era una loca. -Que eras una loca linda. Llamaste mi atención desde el primer momento que abrí la puerta y no solo porque tenías un corpiño en tu mano, me gustaste. Y cuando Zaira dijo que eras su mejor amiga me puse feliz porque sabía volvería a verte de nuevo. Le sonreí -¿Sabes que no voy a olvidar yo? Nuestro primer beso. Me besaste para darle celos a Nicolás y que sepa que eras “mi novio”. -No te besé solo por eso. Te besé porque quería hacerlo. Mi corazón empezó a latir con fuerza. Me acerqué más a él. -¿Y ahora no te morís por hacerlo? -Yo sí ¿y vos? Mi respuesta fue un beso.
Perdón por colgar tanto, esperamos que les guste y mañana al medio día (hoy) subimos otro posta posta posta, gracias por leer.

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