martes, 23 de diciembre de 2014

CAPITULO 33



-Y entonces…Zai…-la llame- ZAIRA!

Estaba hablando con mi hermano por whatsapp y  no me prestaba atención.

-El abuelo de mi vecino me beso –dije-

Nada…

-Con lengua.

Seguía sin responderme…

-Te odio! –le tire mi peluche por la cabeza y reaccionó-
-Hey! ¿Qué te pasa?
-Te estoy llamando hace 10 minutos…y no abraces a mi peluche, damelo!
-Ay es porque te lo regalo Pedro ¿no? –sonrió y me lo devolvió-
-No es por eso –me ruboricé- aparte no estábamos hablando de mi ¿Por qué no me dabas bola?
-Es que hoy Gonza se queda a dormir en la casa de unos amigos y no lo voy a poder ver –se quejó-
-Oh pobresita! No lo ves un día y ya es el fin del mundo…¿le aviso a mamá? Después me reta a mí por no decirle lo que hace él!
-Ah no, cierto, me dijo que te avisaras para que le digas vos…
-¿Y no me lo pensabas decir? Uff sos más molesta de lo común enamorada!
-Vos eras peor! Estabas todo el día sonriendo y viéndole el lado bueno a las cosas –dijo sin pensar y luego se tapó la boca- perdón yo…
-No pasa nada –la interrumpí- no me voy a poner mal por pensar en el pasado.

Sí Paula seguí mintiéndote a vos misma.

Igual –me contestó- no hace falta que hablemos de esto.

Encogí los hombros.

-Es verdad que cuando estaba con…él –genial, ni siquiera podía decir su nombre en voz alta- siempre estaba de buen humor pero es que él me hacía bien…estaba enamorada –sonreí sin sentirlo-
-Bueno pero no es el fin del mundo –me abrazó- siempre podes volver a enamorarte, y él al final terminó demostrando que no te merecía asique no tenes que estar mal por eso.
-Es que…a veces pienso que no me hubiese dolido tanto como me dolió si me hubiese dicho por qué quería terminar…por qué me dejo así de la nada…que hice mal…si me lo hubiese dicho lo hubiera aceptado, pero no, se fue sin decirme nada. Se fue sin darme explicaciones.
-No tiene sentido pensar en eso ahora Pau. Tenes que seguir adelante y superarlo.
-Lo sé, y en cierta manera lo supere –creo- pero espero alguna vez olvidarme de él y de todo. O por lo menos recordar sin sentir dolor.

Y antes que Zaira pudiera responder, sonó mi celular.

-¿Hola? –respondí-
-Mira por la ventana –era Pepe-

Me asomé a la ventana y no pude no lanzar una carcajada.

Pedro estaba afuera de mi casa, en una mano tenía una caja de muffins, en la otra un par de bebidas y estaba tratando de que no se le caiga el celular del hombro.

-¿Qué haces acá? –Agarrando la cámara para sacarle una foto, él saco la lengua-
-Traje la merienda! ¿Mi hermana está acá? Que alguien me abra la puerta así puedo pasar

Mire a Zaira y rodee los ojos. Estaba hablando con su novio de nuevo y ni siquiera se asomó a la ventana para ver con quien estaba hablando.

La había perdido.




-Y mañana tengo una prueba y no sé nada –nos dijo Pepe poniendo cara triste-
-Ya te dije antes de ayer que estudiaras idiota –le contestó Zaira-
-Antes de ayer…antes de ayer…déjame pensar –me miró haciéndome sentir culpable- antes de ayer estuve todo el día con tu mejor amiga así que la culpa es de ella.
-Pudiste haber estudiado ayer –le dije enojada-
-Ayer me desperté tarde! Y después fuimos a tomar un helado y no tuve tiempo. Así que es tu culpa, de nuevo.

En ese momento me cayó la cuenta de cuánto tiempo pasaba con Pedro, y me sentí culpable por no haberle dejado tiempo para que estudie.

-Está bien ¿Qué materia es? –le pregunté-
-Historia.
-Yo te explico –dame el libro y te explico lo que te toman resumido –sonreí, historia era una de mis materias favoritas o una en las que mejor me iba así que no iba a tener problema-
-¿Estás segura? –Levantó una ceja- pero no tengo el libro acá…
-Gonzi tiene el mismo libro que vos… ¿Por qué me miran así? Soy su novia, tengo que saber todo de él.
-Me das miedo –le dije- voy a buscarlo, espérenme acá.
-Oh no –protesto Zaira- yo me voy a casa chicos, perdonen, estoy cansada y quiero dormir…
-Obviamente estás cansada si te quedaste toda la noche hablando por teléfono con tu novio…ah y papá te va a matar.
-Deja de escuchar mis conversaciones –dijo pegándole y vino a abrazarme- suerte con este chico, yo te compadezco…



Después de una hora me rendí.

-Deja de mirarme y repetí lo que te dije!
-Estaba mirando tus labios, perdón.
-Te vas a sacar un uno mañana.
-No! Ya se bastante, gracias a la mejor profesora…ahora podemos tomarnos un descanso –dijo poniendo sus manos en mi cintura-
-¿Ah, sí? ¿Y qué queres hacer?
-Besarte –murmuró en mi boca-

Puse mis manos en su pecho…

-Pedro…
-Paula…

-¿Qué estamos haciendo?
-Nos estábamos por besar.

Suspiré.

-No, ¿Qué estamos haciendo con nosotros?
-Pau, yo te quiero. De verdad. Este último tiempo en el que estuvimos juntos sin ser nada y bromeando paso a ser muchísimo para mí.
-Pero ese es el punto. Estábamos bromeando ¿no?

Sus brazos se tensaron.

-Estábamos bromeando, pero no fue solo eso…no para mí. ¿Por qué me preguntas eso?
-No lo sé –y era verdad- estoy cansada. Ya estoy cansada de estar así, sin saber que queres, sin saber si me queres de verdad, estoy cansada de que jueguen conmigo, estoy cansada de todo esto.
-Yo no estoy jugando con vos.
-¿Y cómo puedo saber eso?
-Mira –agarró mi mano y la guió por debajo de su remera hasta su pecho-

Mi piel se erizó a sentir el tacto de su piel caliente sobre mi mano, y me puse más nerviosa todavía cuando sentí su corazón latir rápido, al mismo ritmo que el mío.

-¿Lo sentís? Esto es por vos, vos provocas esto.




Holis, acá les dejamos el capítulo 33 esperamos que les guste y que dejen su comentario porfi, besos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario