-Y entonces…Zai…-la llame- ZAIRA!
Estaba hablando con mi hermano por whatsapp
y no me prestaba atención.
-El abuelo de mi vecino me beso –dije-
Nada…
-Con lengua.
Seguía sin responderme…
-Te odio! –le tire mi peluche por la cabeza y
reaccionó-
-Hey! ¿Qué te pasa?
-Te estoy llamando hace 10 minutos…y no
abraces a mi peluche, damelo!
-Ay es porque te lo regalo Pedro ¿no? –sonrió
y me lo devolvió-
-No es por eso –me ruboricé- aparte no
estábamos hablando de mi ¿Por qué no me dabas bola?
-Es que hoy Gonza se queda a dormir en la
casa de unos amigos y no lo voy a poder ver –se quejó-
-Oh pobresita! No lo ves un día y ya es el
fin del mundo…¿le aviso a mamá? Después me reta a mí por no decirle lo que hace
él!
-Ah no, cierto, me dijo que te avisaras para
que le digas vos…
-¿Y no me lo pensabas decir? Uff sos más
molesta de lo común enamorada!
-Vos eras peor! Estabas todo el día sonriendo
y viéndole el lado bueno a las cosas –dijo sin pensar y luego se tapó la boca-
perdón yo…
-No pasa nada –la interrumpí- no me voy a
poner mal por pensar en el pasado.
Sí
Paula seguí mintiéndote a vos misma.
Igual –me contestó- no hace falta que
hablemos de esto.
Encogí los hombros.
-Es verdad que cuando estaba con…él –genial,
ni siquiera podía decir su nombre en voz alta- siempre estaba de buen humor
pero es que él me hacía bien…estaba enamorada –sonreí sin sentirlo-
-Bueno pero no es el fin del mundo –me abrazó-
siempre podes volver a enamorarte, y él al final terminó demostrando que no te
merecía asique no tenes que estar mal por eso.
-Es que…a veces pienso que no me hubiese
dolido tanto como me dolió si me hubiese dicho por qué quería terminar…por qué
me dejo así de la nada…que hice mal…si me lo hubiese dicho lo hubiera aceptado,
pero no, se fue sin decirme nada. Se fue sin darme explicaciones.
-No tiene sentido pensar en eso ahora Pau. Tenes
que seguir adelante y superarlo.
-Lo sé, y en cierta manera lo supere –creo-
pero espero alguna vez olvidarme de él y de todo. O por lo menos recordar sin
sentir dolor.
Y antes que Zaira pudiera responder, sonó mi
celular.
-¿Hola? –respondí-
-Mira por la ventana –era Pepe-
Me asomé a la ventana y no pude no lanzar una
carcajada.
Pedro estaba afuera de mi casa, en una mano
tenía una caja de muffins, en la otra un par de bebidas y estaba tratando de
que no se le caiga el celular del hombro.
-¿Qué haces acá? –Agarrando la cámara para
sacarle una foto, él saco la lengua-
-Traje la merienda! ¿Mi hermana está acá? Que
alguien me abra la puerta así puedo pasar
Mire a Zaira y rodee los ojos. Estaba hablando
con su novio de nuevo y ni siquiera se asomó a la ventana para ver con quien
estaba hablando.
La había perdido.
-Y mañana tengo una prueba y no sé nada –nos dijo
Pepe poniendo cara triste-
-Ya te dije antes de ayer que estudiaras
idiota –le contestó Zaira-
-Antes de ayer…antes de ayer…déjame pensar –me
miró haciéndome sentir culpable- antes de ayer estuve todo el día con tu mejor
amiga así que la culpa es de ella.
-Pudiste haber estudiado ayer –le dije
enojada-
-Ayer me desperté tarde! Y después fuimos a
tomar un helado y no tuve tiempo. Así que es tu culpa, de nuevo.
En ese momento me cayó la cuenta de cuánto
tiempo pasaba con Pedro, y me sentí culpable por no haberle dejado tiempo para
que estudie.
-Está bien ¿Qué materia es? –le pregunté-
-Historia.
-Yo te explico –dame el libro y te explico lo
que te toman resumido –sonreí, historia era una de mis materias favoritas o una
en las que mejor me iba así que no iba a tener problema-
-¿Estás segura? –Levantó una ceja- pero no tengo
el libro acá…
-Gonzi tiene el mismo libro que vos… ¿Por qué
me miran así? Soy su novia, tengo que saber todo de él.
-Me das miedo –le dije- voy a buscarlo, espérenme
acá.
-Oh no –protesto Zaira- yo me voy a casa
chicos, perdonen, estoy cansada y quiero dormir…
-Obviamente estás cansada si te quedaste toda
la noche hablando por teléfono con tu novio…ah y papá te va a matar.
-Deja de escuchar mis conversaciones –dijo pegándole
y vino a abrazarme- suerte con este chico, yo te compadezco…
Después de una hora me rendí.
-Deja de mirarme y repetí lo que te dije!
-Estaba mirando tus labios, perdón.
-Te vas a sacar un uno mañana.
-No! Ya se bastante, gracias a la mejor
profesora…ahora podemos tomarnos un descanso –dijo poniendo sus manos en mi
cintura-
-¿Ah, sí? ¿Y qué queres hacer?
-Besarte –murmuró en mi boca-
Puse mis manos en su pecho…
-Pedro…
-Paula…
-¿Qué estamos haciendo?
-Nos estábamos por besar.
Suspiré.
-No, ¿Qué estamos haciendo con nosotros?
-Pau, yo te quiero. De verdad. Este último
tiempo en el que estuvimos juntos sin ser nada y bromeando paso a ser muchísimo
para mí.
-Pero ese es el punto. Estábamos bromeando
¿no?
Sus brazos se tensaron.
-Estábamos bromeando, pero no fue solo eso…no
para mí. ¿Por qué me preguntas eso?
-No lo sé –y era verdad- estoy cansada. Ya estoy cansada de estar así, sin
saber que queres, sin saber si me queres de verdad, estoy cansada de que jueguen
conmigo, estoy cansada de todo esto.
-Yo no estoy jugando con vos.
-¿Y cómo puedo saber eso?
-Mira –agarró mi mano y la guió por debajo de
su remera hasta su pecho-
Mi piel se erizó a sentir el tacto de su piel
caliente sobre mi mano, y me puse más nerviosa todavía cuando sentí su corazón
latir rápido, al mismo ritmo que el mío.
-¿Lo sentís? Esto es por vos, vos provocas
esto.
Holis, acá les dejamos el capítulo 33 esperamos que les guste y que dejen su comentario porfi, besos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario