Era Facundo.
Me
quedé inmóvil mirándolo, sin emitir ni una palabra.
Eso
mismo me paso a mí cuando salté a abrazar a Facundo. De todas las cosas que pensé
que haría si algún día me lo volvía a encontrar puedo jurar que ésa no era una opción.
Facundo
me abrazo más a él y me abrazo más fuerte. En ese momento me separé bruscamente
de él y retrocedí unos pasos.
¿Qué
estaba haciendo? Él se había ido. Él me había dejado. ¿Y yo lo abrazaba? Deja de ser tan débil Paula.
Miré
fijamente sus ojos azules, Facundo me devolvió la mirada bajo sus largas
pestañas. No había cambiado en nada. Su pelo color cobre estaba ligeramente
despeinado bajo el gorro negro que llevaba y su postura era segura de sí misma,
como siempre había sido.
-¿Qué haces acá? –rompí el silencio tratando
de sonar tranquila sabiendo que me estaba muriendo por dentro-
-Estas…-me miró de arriba abajo y luego posó
sus ojos en mis labios- la última vez que te vi pensé “Jamás voy a olvidar lo
hermosa que es” pero verte de nuevo…
-¿Qué haces acá? –repetí de nuevo tratando de
que no me afectara lo que acabara de decir-
-Volví a la ciudad.
-¿Por qué? -¿Por qué ahora?
-Ese era el trato que tenía con mis primos. Iba
a quedarme en la casa de ellos por un tiempo nada más.
No contesté y él suspiró.
-Tu mirada me está destrozando.
-Vos me destrozaste hace diez meses atrás, no
creo que mi mirada te duela mucho.
-Paula tenemos que hablar.
Odiaba reconocer que escuchar pronunciar mi
nombre de nuevo en sus labios hizo que mi corazón saltara.
-No quiero hablar con vos. Nunca. Ni siquiera
entiendo porque estas acá cuando no vivís por este barrio.
-Ayer fui a tu casa pero no me atreví a tocar
la puerta y…hoy volví con la esperanza de que eso cambiara pero de repente te
veo caminando y mi mundo se para por un segundo…necesitaba verte.
-Y yo necesito irme.
Se supone
que tengo que estar hablando con Pedro, se supone que tendría que estar reconciliándome
con él, no hablando con mi ex novio al que suponía que no iba a ver nunca más
en la vida.
Junté fuerzas y me di vuelta para empezar a
caminar pero una mano se encerró en mi muñeca reteniéndome. Un escalofrío recorrió
todo mi cuerpo.
-No me toques –le dije tratando de soltarme-
-No te dejaré ir de nuevo.
¿Había escuchado bien?
Lancé una carcajada.
-¿Dejarme ir? Vos fuiste el que se fue, no
yo.
-Y no te podes dar una idea de cuánto me
arrepiento de haberlo hecho.
-¡Basta! –le grité furiosa- Esto no se supone
que tendría que ser así! Esto no se supone que tenía que terminar así! No podes
venir acá después de diez meses y decirme esto ¿Qué se supone que queres? ¿Seguir
lastimándome? –lagrimas amenazaron por salir, pero pestañeé para retenerlas-
-¡Jamás quise lastimarte Paula! –me dijo
tensándose a mi lado- Jamás quise que todo esto pasara! Fui un estúpido, un
cobarde, un idiota, lo sé! Nadie mejor que yo sabe eso. Pero nada de esto es fácil
para mí, nada de esto lo es –dijo acercándose cada vez más a mí-
Y de repente sentí como si estuviéramos discutiendo
diez meses atrás, cuando estábamos juntos. Nuestras discusiones siempre eran
las peores porque los dos queríamos tener siempre la razón y cuando él se
acercó a mí, un recuerdo me vino a la mente.
-flashback-
-¿Deja
de preocuparte por estas estupideces Facundo! Nada de esto me importa. Nada. Solo
me importas vos.
-¿Cómo
no te puede importar nada de esto? Paula andan diciendo rumores falsos de vos!
¿Tendría que dejar que hablen y no preocuparme? No podes pedirme que haga eso.
Estábamos discutiendo después de la pelea que
había tenido con Belén por haber besado a Facundo. Ella le había dicho que me
había visto besando a otro chico y aprovechó la situación la besarlo a él. Llegué
justo cuando se estaban besando y si Zaira y Facundo no me hubieran parado y
alejado de ella no sabría cómo la hubiese dejado.
-Son
rumores falsos. Yo sé cómo soy y vos también. Eso es lo que me importa.
Él se
agarró la cabeza con las manos dándose vuelta.
-Si
escucho de nuevo a alguno de esos tarados diciendo que te engañé o llamándote puta
–le pegó a la pared con el puño cerrado- los mato, lo digo en serio.
Me acerqué
a él y le agarré el rostro con las manos. Su respiración era agitada y todavía
estaba tenso.
-Te
amo –le dije-
Su vista
se enfocó en mí y pareció tranquilizarse. Me agarró la cintura y me alzó, sentándome
en la mesada de la cocina. Me dio uno de esos besos que me hacían nublar la
vista y me susurró:
-Esto
no es fácil para mí, nada es fácil para mí…pero después te veo a vos y…
-fin flashback-
-Soltáme –repetí-
-¿No me podes dar una oportunidad? No te pido
que me perdones, no te pido que me vuelvas a querer, juro que no voy a hacer nada
solo necesito hablar con vos, sé que no lo merezco pero lo necesito.
-No puedo hacer esto.
-Por favor –su voz sonaba desesperada y me
estaba rompiendo el corazón, de nuevo- Por favor…
-Estoy con otra persona.
De repente me soltó y dio unos pasos hacia
atrás. Su mirada se endureció y su voz sonó fría.
-¿Con quién?
-No es de tu incumbencia.
-¡¿Con quién?!
-Facundo no lo conoces!
No le quería hablar de Pedro a Facundo. No le
quería hablar más a Facundo. De repente quería que se alejara de mi vida, de mí
y no vuelva más. Como lo había hecho antes.
Suspiro exasperado y se sonó los nudillos, un
hábito que tenía cuando estaba nervioso o enojado por algo.
-De todos modos necesito hablar con vos.
-Andate, si alguna vez me amaste andate y no
vuelvas a aparecer en mi vida.
-No me podes pedir eso. Maldita sea no me
podes pedir que haga eso. Te perdí una vez, no voy a perderte de nuevo. Y sí,
te amé y como lo hice voy a tratar de recuperarte. Por más de que tenga que
hacer hasta lo imposible.
No pude evitar sonreír por mis adentros. Así era
como recordaba a Facundo, luchaba por lo que quería y o aceptaba un no como
respuesta. Pero todo tenía una excepción y no me podía permitir quererlo de
nuevo.
Lo que estaba por decir me dolía pero lo
tenía que decir si quería que no vuelva a aparecer en mi vida.
-Yo te amé y porque te amé te tengo que dejar
algo en claro: no te voy a amar de nuevo.
Así que no lo intentes, ni siquiera
trates de hacer nada. Tal vez…si hubieses venido cinco meses atrás todo sería
diferente. Pero las cosas cambiaron, y me hiciste sufrir como nadie más lo
hizo, así que no pierdas tu tiempo porque jamás voy a olvidar lo que me
hiciste.
Ya está lo dije. Ahora ándate.
Pude notar en sus ojos como le hirieron mis
palabras.
-Tenes razón. Te hice sufrir como nunca nadie
lo hizo, nunca vas a olvidar lo que te hice, las cosas cambiaron pero no estoy
tan seguro del “no te voy a amar de nuevo” –se acercó más a mí, esta vez no me
alejé. Sus labios estaban a centímetros de los míos y pude sentir su aliento a
menta cuando susurró- no te mientas a vos misma Pau, te conozco demasiado bien.
Y vos me conoces demasiado bien a mí, sabes que lo voy a intentar.
De repente sus labios chocaron con los míos y
antes de darme cuenta lo estaba correspondiendo. Luego se separó, fue un beso corto
pero lleno de intenciones no dichas. Cuando se dio vuelta volvió a hablar en
voz baja, pero lo pude escuchar,
-Hasta que lo consiga.
Lo observé irse, él nunca miró atrás. Cuando desapareció
de mi vista volví a la realidad y empecé a procesar todo lo que había pasado. Mis
piernas empezaron a fallar y tuve que sentarme en un banco antes de caerme en
el medio de la calle.
Mi respiración era entrecortada y mis manos
sudaban, estaba muy nerviosa.
Saqué el celular de mi bolsillo con las manos
temblorosas y marqué.
-¿Pau? ¿Cómo te fue? –me respondió Zaira
emocionada-
-¿Ya se besaron apasionadamente? –escuche decir
a Nacho de fondo- ¡Quiero que me agradezcan por haberles arreglado la relación!
-Chicos…no fui a hablar con Pedro.
-¿Qué? –dijeron los dos al unísono- ¿Por qué?
-Volvió…él volvió.
--------------------------------------------------------------------------------
Holis, bueno acá está el capítulo de hoy! Porfa comenten acá! Gracias por leer, besosss :)
me encanto! espero el proximo
ResponderEliminarBuenísimo cap!! Q alegría cn vuelvan a subir! Espero el prox cao bsoo @GraciasxTodoPYP
ResponderEliminar